Los premiados con las Medallas ProEcclesia con el obispo, Leonardo Lemos, en la Casa da Cultura de Xinzo cedida
El Obispado presentó el balance de actividad del pasado año en la Casa da Cultura de Xinzo, donde también entregó siete Medallas Ecclesia para agradecer la colaboración de ciudadanos y colectivos
08 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.
Con el ánimo de que los ciudadanos conozcan más en profundidad el funcionamiento de la Iglesia, la Diócesis de Ourense pública desde hace casi una década su memoria anual de actividades en las que se reflejan desde los aspectos relacionados con la acción pastoral, litúrgica, educativa, cultural y social que desarrolla, así como el balance económico. En las últimas ediciones, además, la presentación de estos datos se realiza en un punto distinto de la geografía provincial y este jueves ese acto informativo se desarrolló en la Casa da Cultura de Xinzo, donde se dieron a conocer los principales números que resumen la actividad en las 735 parroquias que aglutinan a 262.000 fieles. Aunque la cifra de los que acudieron a las 130.000 misas oficiadas es mucho menor. La diócesis los cifra en 55.000, aproximadamente el 21% del total. Pero además de los oficios litúrgicos ordinarios, los sacerdotes en activo (la diócesis ourensana tiene en total 235) administraron el sacramento del bautismo a 845 bebés, celebraron 936 primeras comuniones, 498 confirmaciones y 157 matrimonios. Tan solo la cifra de exequias se cuenta por miles. En el 2023 hubo 3.750 entierros.
Los asistentes a la Casa da Cultura de Xinzo pudieron conocer otros muchos detalles del funcionamiento ordinario de la Iglesia ourensana en distintos campos, desde el educativo al social, donde destacan las más de 33.000 personas que recibieron ayuda desde Cáritas. Pero también se informó sobre la actividad evangelizadora. En este último capítulo hubo un recuerdo para la labor de las 82 personas enviadas por la diócesis a trabajar en misiones. Se reparten en 30 países de cuatro continentes, la mayoría están en América (54) y hay más mujeres que hombres (58 frente a 22). También se informó sobre las actuaciones realizadas el pasado año en el conjunto de bienes que conforman su patrimonio histórico artístico. Se desarrollaron catorce proyectos de rehabilitación de templos, casas rectorales o restauración de retablos cuya ejecución sumó casi medio millón de euros de inversión. La Xunta de Galicia, la Diputación así como las comunidades de montes en mano común y los feligreses con aportaciones directas, ayudaron a cofinanciar las obras. Desde la Diócesis de Ourense recordaron que hay casi 1.500 templos, en un territorio muy disperso, con una población envejecida y en descenso, por lo que todas las aportaciones que se reciben para cuidar o conservar ese patrimonio son siempre bienvenidas.
En lo referente al patrimonio, destacan las cifras correspondientes a las visitas a la Catedral de San Martiño en la capital ourensana, que el pasado año recibió a 38.628 personas interesadas en conocer la riqueza patrimonial que encierra el principal templo de la provincia. La cifra refleja que ese interés sigue creciendo ya que son dos mil más que en el ejercicio precedente. La mayoría de los visitantes, el 90 % procedían de distintas comunidades españolas, mientras que entre los extranjeros lideran los portugueses seguidos de franceses e italianos.
La presentación de la memoria del 2023 sirvió de marco a la entrega de las Medallas ProEcclesia, un reconocimiento que la Diócesis de Ourense ha puesto en marcha por primera vez este año para ensalzar la labor de personas o colectivos y su implicación con sus parroquias o con la Iglesia en su conjunto. Se entregaron siete y sus receptores agradecieron el detalle coincidiendo en su percepción de que no se sentían merecedores de ese homenaje. Una de ellas fue Estrella Marzoa. Comentó que tanto ella como su marido, David, trabajaron siempre por quienes les necesitaron de forma discreta y que recibe la medalla como si fuese de toda la parroquia y Cáritas de Allariz quien la recibiese. Estrella fue sacristana de la iglesia de Santiago, al igual que su esposo, y a ella se le agradecía que haya sido, mientras las fuerzas la acompañaron, el corazón y el alma de Cáritas en esa localidad.
Otra sacristana que recibió una de las medallas fue Inés Álvarez Méndez. En este caso, ella ejerció en su parroquia de Santa Mariña de Xinzo. Durante más de medio siglo se encargó del mantenimiento y cuidado del templo parroquial elaborando incluso paños para la liturgia bordados con sus propias manos que todavía llenan los armarios de esta iglesia.
Lisardo Otero Villar, más conocido como el hermano Lisardo, de la comunidad de paúles del Santuario de Los Milagros, fue otro de los que recibió un reconocimiento por su dedicación durante más de cuatro décadas a ese templo emblemático de la devoción mariana y la acogida que ofrece a los peregrinos. Estuvo acompañado en el acto por José Ignacio Caamaño, el visitador de los padres paúles, que llegó exprofeso desde Madrid, y el rector del santuario, José Manuel Villar. Otra medalla fue para el matrimonio de Verín formado por José Salgado y Encarnación Rodríguez. También se les agradece su implicación y colaboración con la Iglesia ourensana y especialmente el haber convertido su casa en un hogar abierto a los sacerdotes.
Miguel Baños, voluntario en la Delegación episcopal de Misiones desde hace 50 años, fue otro de los galardonados. Con la medalla se le reconoce el esfuerzo realizado durante todo este tiempo en múltiples tareas de manera desinteresada. Miguel recordó que en todo este tiempo solo tuvo ocasión de vivir la misión desde dentro, en 1995, viajando con el ourensano Manuel Garrido Valenzuela a Bolivia, al hospital donde cada verano acudía para ejercer como cirujano pediátrico de manera desinteresada.
Otros voluntarios premiados fueron los Ecovigilantes de Franciscanas, el grupo creado hace casi tres décadas y por el que han pasado varias generaciones de alumnos implicándose en el cuidado del medio ambiente bajo la dirección de Cristina Bravo Bosch y Gonzalo Sánchez Busons.
Hubo más medallas grupales, como la que recibió la comunidad parroquial de Cortegazas, en el municipio de Avión. Se reconoce a los vecinos el interés demostrado en la rehabilitación del templo y su colaboración para hacer las obras. Reunieron 45.000 euros para poder llevar a cabo la recuperación de la cubierta de piedra así como otros arreglos en su iglesia de San Antonio. El párroco narró los esfuerzos realizados por los feligreses, cortando árboles de su propiedad para vender leña y poder conseguir más fondos. Empezaron por el monte comunal y siguieron con ejemplares particulares. «Me alegra el reconocimiento, aunque nos alegraremos más el día que tengamos la iglesia completamente arreglada. Esa será la verdadera medalla. Se agradece a la gente que nos ha votado, aunque la verdad, entiendo que no era para tanto porque se hizo lo que había que hacer y había que pelar por conseguirlo», dijo el párroco.
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Fonte: www.lavozdegalicia.es